EL REINO DE LOS CIELOS YA ESTÁ AQUÍ

INTRODUCCION

Si ha leído mis otras sinopsis, ya sabe que acaba de descubrir: un cielo nuevo y una tierra nueva.

UN CIELO NUEVO: Este cielo no es sólo el espacio que rodea al universo, sino también la presencia evidente y palpable del Espíritu Santo de la Creación.

Palpable, porque se manifiesta en todo tipo de energías que nos rodean a todos los seres y astros de la creación y que se manifiestan también dentro de cada uno de esos seres y astros y de nosotros mismos. Se manifiesta también, en los fotones de luz que llenan todo el universo y nos rodean; en el aire que llena todo el espacio, sea éste: dinámico, estático, neutro o al parecer, inexistente y en el que acumulamos dentro de cada uno de nosotros: seres o astros, en cada molécula de nuestro ser.

La energía se vuelve materia y cuando ésta perece vuelve a ser energía, por esa razón es que el espíritu de ninguna manera es invisible, porque todos los cuerpos físicos de seres y astros están animados por la energía y son el producto de ese largo proceso de transformación evolutiva de energía a materia, hasta evidenciarse en la presencia material y la vida presente en cada uno de los seres y astros de la creación. Concluimos pues, que el cielo nuevo es el Espíritu de Dios, que sí lo sentimos, lo vemos y lo palpamos y además, cada uno ser o astro, posee en sí espíritu dependiente o independiente de acuerdo a su género y escala evolutiva. El cielo nuevo es en síntesis: el plano espiritual o esotérico, de donde emana la vida y la dinámica de la creación.

UNA TIERRA NUEVA: No son sólo los cuerpos materiales de seres y astros, sino también todo el plano material o físico, el cual se puede ver, oír, sentir, oler y gustar todo lo que existe, independiente de si están animados cada uno de los seres por vida inerme, latente o dinámica.

Se evidencia una tierra nueva cuando nos damos cuenta que todos los seres y astros de la creación están conformados por cuerpo, mente y espíritu, esto quiere decir que los minerales, demás elementos, vegetales y animales en general tienen dos cuerpos: uno material y uno espiritual y que cada uno de ellos está dotado en mayor o menor grado de inteligencia, la cual varía según el grado evolutivo del género y la especie.

CONCLUSION

Todo lo que hace, siente, gusta, oye y toca cada ser o astro de la creación es compartido por el Creador, porque somos parte de El, de su sistema sensitivo y nervioso y sus otros sistemas, todo lo comparte con cada ser y astro de la creación. Por todo este conjunto de seres que formamos la creación y el conocimiento de nuestra verdadera esencia y existencia, es que os digo que: El Reino de los Cielos ya está aquí, dejemos que el amor con respeto, rija nuestros destinos y tendremos por fin nuestro PARAISO TERRENAL.

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Bendiciones y felicidad para todos, Martha Lucía Posso Franco